Astrid Madrigal (Pons Italika Racing FIMLA) es la primera piloto mexicana en competir en el Campeonato del Mundo Femenino FIM de Velocidad. En cuanto a pasión por el deporte, sería difícil encontrar una mejor embajadora. Madrigal cerró su segunda temporada en WorldWCR en Jerez, y como habitual en el Top 10, quiere dar un paso adelante en 2026.

ACEPTANDO EL RETO: “Siempre tuve claro que quería ser alguien importante en el motociclismo, alguien que realmente pudiera promocionar el deporte”

Subiéndose por primera vez a una moto con solo seis años, la mexicana se enamoró del motocross. Con el tiempo, se dio cuenta de la falta de representación femenina entre los pilotos. Sin desanimarse, supo que su camino era luchar por ser la mejor, contra hombres o mujeres. Aunque otras pilotos han luchado por mayor visibilidad antes que ella, incluso a su joven edad, Madrigal se ha convertido en una pionera para las mujeres del motociclismo en Latinoamérica.

Sobre su entrada en el deporte, Madrigal contó: “Monté en motocross por primera vez a los 6 años y fue amor a primera vista. Luego vi a una chica, Dalia se llamaba, y fue una inspiración ver a una niña compitiendo. Pero al hacerme mayor y ver distintas disciplinas de dos y cuatro ruedas, no había mujeres. Fue difícil y pensé que tendría que salir con los chicos e intentar ser la mejor entre ellos. Nunca me vi como piloto mujer, solo como piloto. Cuando surgió la posibilidad de promover el motociclismo femenino, porque yo era pionera como piloto mujer en Latinoamérica, me lancé de cabeza. Pensé, ‘sí, este es el camino; si vienen más mujeres, podré intentar ser la mejor entre ellas’. Siempre tuve claro que quería ser alguien importante en el motociclismo, alguien que realmente pudiera promocionar el deporte”.

CONSTRUYENDO UNA PLATAFORMA: “Mi trabajo en México y Latinoamérica en general es promover nuevos talentos, tanto chicos como chicas”

Además de su afán por ser la mejor en pista, Madrigal se preocupa por el legado que deja fuera de ella, especialmente los caminos que puede abrir para más pilotos latinoamericanos que irrumpan en la escena mundial. Ella y el proyecto Italika Racing trabajan duro para elevar el perfil del motociclismo en Latinoamérica. En reconocimiento a sus esfuerzos, ha sido nombrada Embajadora de la FIM en Latinoamérica para trabajar en el desarrollo del deporte tanto para chicas como para chicos.

Sobre su labor para promover nuevos talentos en América, explicó: “En México tenemos una plataforma deportiva llamada Italika Racing, donde promovemos el motociclismo en Latinoamérica. Parte de esto es nuestra escuela de alto rendimiento, donde ayudo a desarrollar jóvenes talentos. Vienen, mejoran su pilotaje y aprenden a hacer el mantenimiento de sus motos. Hicimos el primer evento del año y tuvimos 24 chicas de entre 13 y 25 años. Y vienen de todas partes: no solo México, sino también Estados Unidos, Argentina, Chile, Brasil, Perú, Venezuela y Colombia. El año pasado me nombraron Embajadora de la FIM en Latinoamérica. Mi trabajo en México y Latinoamérica en general es promover nuevos talentos, tanto chicos como chicas. Así que les guío y les preparo para la vida como piloto: cómo trabajar con un equipo en el box, comunicarse y presentarse, con el objetivo de enseñarles qué implica formar parte de un Mundial. No es fácil empezar de cero y llevarlas a un nivel muy alto. La colaboración entre Italika Racing y Pons Motorsport, un equipo europeo que compite en WorldSSP300, es muy valiosa en este sentido. Al final, queremos que Latinoamérica alcance un nivel similar al de Europa”.

DANDO EL SALTO: “Tuvimos que construir el castillo, por decirlo así, y ahora que está hecho, podré guiar y ayudar a otras chicas jóvenes”

Tras ganarse el respeto compitiendo contra hombres prácticamente toda su carrera, con la llegada de WorldWCR, la mexicana estaba ansiosa por luchar en igualdad de condiciones: una categoría solo femenina con todas las pilotos en la misma moto. Aunque no subestima en absoluto el alto nivel del campeonato, está decidida a soñar con ser campeona del mundo algún día.

Sobre lo que significa para ella competir en WorldWCR, dijo: “Es un sueño estar aquí. De niña siempre pensé que correría con hombres y nunca imaginé que nosotras haríamos tanto ‘ruido’. Empezó como una semilla, con dos personas, luego tres, cuatro, cinco, y ahora hemos construido un Campeonato del Mundo. Para mí, estar aquí este año es un gran esfuerzo, y mi objetivo es entrar en el Top 5. Es duro porque hay muchas chicas con mucha experiencia, pero no tengo dudas de mi capacidad. En última instancia, quiero ser Campeona del Mundo. También tengo la certeza de que las chicas que vengan detrás tendrán un camino más fácil que el mío. Hemos recorrido un largo camino desde nuestro trabajo en Latinoamérica hasta tener un Mundial. Tuvimos que construir el castillo, por decirlo así, y ahora que está hecho, podré guiar y ayudar a otras chicas jóvenes. A largo plazo, el sueño para todas sería ver crecer este campeonato y poder traerla a Latinoamérica, ¡por supuesto! Creo que Dorna ha hecho bien en hacerla monomarca, porque significa que la diferencia la marca la piloto. Fomentar eso para todas es muy importante. Queda mucho por hacer, mil cosas, pero vamos en la dirección correcta”.

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